sábado, 26 de noviembre de 2011

Hero#

Siempre buscando ese calor. Añorando esas tardes de felicidad pero se me escapó de las manos.



Sobre ese columpio mojado, cadenas oxidadas y quemadas por el paso del tiempo. La lluvia intensa, protagonistas de mi dolor.
El tiempo, congelado e inmutable. Demasiado real, provocando un escalofrío en mi piel.

El eco del dolor, sangre del tiempo. Nubes, oscuras y pesadas, cargadas con rayos de luz.
Todo se para. Incapaz de respirar. Mi aliento, sin alma. El Karma fuera de sí.

No, no tengo botas ni espada para apuñalar. Solo tengo esta pluma y esta impregnación de tinta. Agotando los recuerdos.

Un viejo soldadito, destrozado y con la cabeza agachada. El tiempo me cubre de polvo y me atraganto con la saliva.
Hablando bajo, para que nadie me oiga. Susurrando las palabras para que el viento no se las lleve.
Convirtiendo la lluvia en fuego. Respirando entre la lluvia.


Demasiado frío para que un ángel vuele. Las peores cosas vienen a nosotros gratis. Ojos cerrados, labios agrietados, garganta seca y magia borrosa.

Salir a la calle y ser el héroe de tu propia vida. Actuar con el corazón y caminar firme. No hace falta bajar la mirada al suelo, ni tampoco callarse. Solo sigue tus huellas mojadas.

Soñar es de débiles. La imaginación de inmortales.




domingo, 20 de noviembre de 2011

HERE#

Abajo, abajo, abajo…

Ahogado. Quemado. Herido. Roto.

Escuchando esa vieja canción, añorando ese tacto de las cuerdas de la guitarra. Recordando el pasado y siendo atrapado por el presente. Siempre en el mismo lugar, en ese banco lleno de nieve. Mis ojos, mis lágrimas.


Y ahora, en este segundo. Queriendo ser una ilusión, intentando construir mi mundo. En cualquier sitio, en cualquier acera, en cualquier portal. Las luces, el brillo de los carteles, y el calor de las bebidas.

Siempre decimos las cosas como son. Pero es todo extraño. Sintiéndome un loco en este mundo cuerdo. La cruz de la moneda.
Para nada estoy solo, tengo a mis amigos… bueno a mi familia siempre conmigo… como el 15 siempre sonando o como mis dos hermanas. Pero necesito que la sangre de mi cuerpo se acelere al ver a alguien, que no necesite soñar por que quiero estar despierto en la realidad.

Los sentimientos no se cambian ni se van sin despedirse. O te hacen daño o te hacen feliz. Todo gira, todo da vueltas en cualquier segundo. Estoy mareado y camino sin destino y sin huellas.

Intentando adivinar. Intentando sacudir mis manos para así quitar el polvo y el frío.

En un millón de estrellas, y en un millón de galaxias.

Aquí en este lugar, intentando rasgar la realidad.



sábado, 19 de noviembre de 2011

¿ Real o ilusión?#

Tan solo una ilusión. Cada lágrima una cascada.

Miro al cielo. La lluvia moja mis zapatos y endulzan mis lágrimas. Todo a mi alrededor, todo lo que conozco desaparece. Solo queda la soledad del lugar, y el amanecer de la oscuridad.

Todo lo contrario al paraíso. El frío congela mis labios. Mis manos cicatrizan muy lentamente. Todo esto duele y resquebraja mi alma.

El latido de mi corazón retumba por todo el lugar. El eco de mis pensamientos, me matan. Todo es irreal, se me escapa de mis sueños.


Abro los ojos, y se abre mi corazón. Aparezco tirado en la tierra, lleno de polvo y sin poder tomar aliento. Mis lágrimas arden en mis mejillas, y mi aliento congela mis labios.

Cansado de todo, sin ánimos para nada. Solo tú y tu mirada… me hacen sentir calor… Pero todo es una ilusión. 



martes, 8 de noviembre de 2011

Naciste astronauta.

De un millón de estrellas. De un millón de galaxias. Naciste para ser astronauta.

Su fuerza, Sus ansias de comerse el mundo. Eso es lo que le hace especial. Nada mas pisar La Tierra, clavó sus uñas en la realidad. Llegó con el corazón a mil.





Encontró a esa astronauta, la besó bajo el casco y pudo sentir el cálido roce de sus labios. Todo parecía irreal, nada era lo que se contaba en las otras galaxias. Pero esa astronauta, se fue sin avisar. Como un relámpago en su corazón, se clavo su último adiós.

Esa persona, esa noche. No quería estrellas en el cielo, no quería la luz de Sol. Con la flecha clavada en su alma. Camino sin destino, pisadas sin huellas. Nada se sostenía en su realidad.

Siempre buscando a esa chica, a esa sonrisa detrás del casco. Pero el astronauta, se quedaba sin oxigeno. Se le acababan los minutos en La Tierra. De repente el brillo de La Luna, ese cálido destello de viveza, le llamó.

No lo pensó dos veces, directo a la ilusión, con ignorancia e ingenuidad. Dispuesto a acabar con la soledad de aquel satélite.

Aterrizó. El polvo, las rocas, la soledad. Al ver eso, todo se volvió a derrumbar, solo quedaba caminar.

Caminar, caminar, caminar…




El astronauta no llegó a su destino. Miró hacia la izquierda y allí estaba. La Tierra. Con ese tono azul y tan bella y majestuosa. Una lágrima empañaba el casco y el llanto retumbaba por todo el traje.

Nadie le podía decir que todo sería distinto, que sería feliz.

Sin pasar un segundo, vio una figura. Otra vez su corazón volvía a latir, su sangre recorría sus venas azules.

Correr, correr. Es todo lo que podía hacer. Pero algo le inquietaba, algo le impedía seguir.

¿Será otra astronauta? No se preocupó por eso. Llegó a esa figura o mejor dicho a esa astronauta. Y pensó que no volvería a estar solo y que el calor volvería a su piel y que el roce de esos labios volvería a decir “Te quiero”.

¿Todo sería real? Ni el astronauta puede saberlo.






domingo, 6 de noviembre de 2011

Moon#

Jugando a ser astronauta.


Y poder tocar la Luna con mis dedos.

Pero nadie me escucha en este vacío,
mientras el polvo cubre mi casco.