Dicen que la vida son dos días, que los años
son cortos y que la amistad es eterna. Que la felicidad es instantánea y las
sonrisas valiosas... Se asemeja a mi vida.
Pero no estoy aquí para hablar de mí, que ya a
este paso voy a desvariar entre el vasco y el español… no sé pero también le
estoy cogiendo gustillo al italiano, bueno serán cosas de la edad o de viajar
tanto tiempo en el barco. Toda historia tiene un principio y un final, un antes
y un después. Esta historia comenzó hace mucho… Era algo impredecible, era
imposible pensar a donde llegaría el protagonista. Entre combates con un tal
Peter Pan hasta con la mismísima prensa… que la verdad le tiene manía. Y pensaréis…
¿Quién es el protagonista de la historia? Eso no lo voy a decir pero tampoco es
difícil de descifrar. La verdad que a veces el protagonista da miedo, ese
garfio es muy puntiagudo pero ya está su inseparable camarada para llevarle a
la cordura. No hace mucho se tuvo que separar de su tropa, de sus fieles
piratas y de su mascota con botas. Pero sigue más presente en estas vidas de lo
que cree él. Tampoco se llevó reloj, no le gusta eso del sonido del tic-tac…
dice que le atormenta demasiado. Él siguió su vida aunque no sé si me engañó,
porque de repente un italiano me dijo que iría a Inglaterra a jugar con un
vasco… pero no lo recuerdo muy bien. Tampoco me queda claro si está historia
tiene 18 páginas o 16…
Pueden que sean pocas para vosotros pero para mí son más que suficientes. A todo esto me estoy yendo por las ramas y creo que al protagonista le gusta más que vaya al grano, pero tienes que disculpar al gato… A veces el pobre se enreda con el ovillo de lana.
Hemos pasado innumerables historias, batallas
épicas con una pelota o simplemente tardes en un sofá hablando…. Que por lo
menos yo, no las cambiaría. Ahora con la llegada del invierno has vuelto, para
que sepamos que podemos contar contigo. Y más ciertamente has vuelto porque
sinceramente el barco se me va de las manos!! Dicen que las personas nunca
pueden estar solas, que necesitan de alguien para poder seguir mirando al
frente. Creo que describe muy bien lo que significas para mí. Y tú bien
dijiste… Entre sonrisas y patadas crecimos y entre sonrisas y patadas
envejeceremos. Porque no hay ni un solo minuto en el que no estés en mi vida.
No hay historia en la que un final no sea con tu presencia. Porque amigo eso
poca gente lo puede hacer y sobre todo lo puede demostrar. Nadie dice que no
haya malos momentos, que a veces el barco iba directo al acantilado. Pero para
eso nos criamos entre sonrisas y patadas… Porque siempre salimos adelante,
nunca nos dejamos menospreciar por nadie y mucho menos por un niño que no
quiere crecer. Con los años uno aprende a vivir, a reír y sobre todo a sonreír,
y eso me lo has enseñado tú. Cada vez que me caía, me gritabas desde el
banquillo para que me levantara, cada vez que me herían me dabas la mano para
poder seguir en esa ciudad eterna. Porque no importa lo pasado ni tampoco lo
futuro si no el presente…
Y hoy capitán, hoy es tu cumpleaños. Hoy el
más viejo bucanero cumple años… ¿Quién te diría eh? Puede que nunca te pase la
condecoración del abuelo del grupo pero bueno algo tengo que tener. Y
seriamente te digo que el vasco y el italiano tienen que quedar para organizar
sus cosas. Vamos que el portugués tiene que darse prisa, que puede que no
lleguemos a viejo. Ups se me olvidaba… tu cumpleaños era el 26… madre la que he
liado… bueno me lo perdonas seguro. Bromas aparte Jose, pienso que esto no es
suficiente la verdad. Las palabras siempre se quedan cortas en los folios y a
veces la tinta se borra con el tiempo. Pero lo que siempre perdura es la
amistad y los recuerdos imborrables que siempre seguirán a nuestro lado.
FELICIDADES HERMANO!